Otro anticonvulsivo, Trileptal, se encuentra desaparecido y pacientes sufren

En noviembre de 2015 Nathaly Lucas consiguió el último frasco de Trileptal (Oxicodal), medicamento indicado para su hijo Carlos Arturo, epiléptico de 7 años. En pocas semanas se le agotará su reserva y teme no volver a conseguirlo. El ácido valproico, que también le recetó su neurólogo, se le terminó el año pasado y para el control de su padecimiento empezó a tomar Prisium. El consumo de este nuevo fármaco le generó un efecto adverso: ha perdido la atención en los estudios y se ha aletargado, lo que la tiene preocupada.

Efecto Cocuyo ha reportado desde septiembre la escasez de medicación para el Sistema Nervioso Central. La neuróloga y directora de la Liga Venezolana Contra la Epilepsia, Beatriz González, alertó que en el país hay entre 2 y 3 millones de personas afectadas solo con esa enfermedad, pero la cifra asciende si se toma en cuenta otros padecimientos. En la Sociedad Venezolana de Neurología calculan cerca de 35 mil venezolanos con mal de Parkinson y reportan casi 50 mil personas con accidentes cerebrovasculares (ACV) cada año.

Para evitar las convulsiones, el Trileptal también le fue recetado a Joshua, otro pequeño de 7 años que padece de irritación cerebral o encefalitis. “El 26 de diciembre compré un frasco de 100 cc y él toma 10 cc cada día. Me queda para 10 días”, dice su padre Jhonatan León, quien vive en Barquisimeto y no ha conseguido desde esa fecha en ninguna de las farmacias de la ciudad. Al niño ya le han dado convulsiones y a su familia le preocupa no volver a encontrarlo.

También Virginia Oviedo toma Trileptal. Ella convulsionó y le fue diagnosticada una lesión en el lóbulo temporal izquierdo del cerebro. Luego de su último ataque, el neurólogo le recomendó subir su dosis de 1.200 a 1.500 mg, por lo que su reserva se agotó más rápido. “Eso nos tiene desesperados. Le quedan pastillas hasta el 24 de enero”, asegura Héctor Lugo su esposo.

Además de los medicamentos para la Epilepsia como lamotrigina, topiramato, levetiracetam (Keppra) y oxcabacepina (Trileptal), los fármacos para el Parkinson tampoco consiguen. Es el caso de los compuestos por carbido-levodopa (Sinemet, Madopar o Stalevo), indicados para esa enfermedad.

Este mes a Braian, un pequeño con tumores cerebrales, le llegó desde España el Keppra.  La situación, advierten los familiares de los enfermos, es crítica: “No sabemos ya dónde buscar”, dice Nathaly.

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Contactos

Nathaly Lucas: 0424-1244177

Jhonatan León 0414-5306003

Héctor Lugo 0416-2000778